Dentro de los cerdos Ibéricos, los de Bellota son aquellos que han sido alimentados durante el invierno con bellotas caídas de los árboles. Esta alimentación especial hace que la carne de estos cerdos confiera al salchichón un carácter completamente diferente. La grasa se infiltra en la carne y las especias crean una sensación especial en la boca que se prolonga más allá de lo esperado.
El equilibrio es la nota dominante en el Salchichón Ibérico de Bellota. Por la sutil combinación de pimienta y ajo. Por la perfecta combinación de partes nobles del cerdo que transmiten suavidad y textura en boca. Y, sobre todo, por el perfecto balance entre todos sus aromas: frescos y sofisticados, efímeros y persistentes, que hacen de su degustación un placer lleno de matices.